Monanchus monanchus o foca monje |
Hoy esta especie se encuentra en grave peligro de extinción, hasta el punto de ser uno de los mamíferos más amenazados del planeta. Diversos programas científicos, de ámbito internacional, tratan de recuperar diversas colonias de estos animales que permitan asegurar su supervivencia. En tal perspectiva resaltan las colonias presentes en las costas mauritanas, que albergan varios cientos de ejemplares, y que servirán de base para la expansión de la especie y, por qué no, un hipotético retorno a la Isla de Lobos u otros puntos de la costa de Fuerteventura.
La
calidad y biodiversidad marina de estas aguas, junto con la soledad y
aislamiento del que disfrutaban en este entorno, hizo de la Isla de
Lobos un rincón ideal para el desarrollo de esta especie, que llegó
a juntar varios millares de ejemplares.
Idealización de la colonia de lobos marinos cuando habitaban Lobos |
En la antigüedad la
foca monje poblaba las aguas de todo el mar
Mediterráneo y del Atlántico del norte de África, llegando hasta
Madeira, Canarias y Cabo Verde.
En
la actualidad la mayor colonia de foca monje, descubierta en 1945, se
encuentra en la Península de Cabo Blanco (Mauritania), contando con
unos 250 ejemplares de los 500 existentes en el mundo; una situación muy
peligrosa para la especie, pues puede verse afectada por cualquier
anomalía que termine con un gran número de ellas, al encontrarse
tan localizadas en un mismo espacio (por ejemplo ser atacadas por una
toxina, como ya ocurrió en 1977). Existe otra reducida colonia en el
archipiélago de Desertas, en Madeira.
Prístina naturaleza
Vista de Lobos desde Corralejo |
Se
trata de un territorio volcánico joven, con una formación de apenas
algo más 130.000 años, donde dominan las formas volcánicas
estructurales frente a las erosivas, destacando los sus malpaíses,
conos volcánicos y hornitos freatomagmáticos.
Limonium ovalifolium ssp canariensis |
Tan
corto espacio de terreno da cabida a una gran biodiversidad, con más
de 130 especies vegetales, destacando endemismos únicos como la
siempreviva de Lobos (Limonium ovalifolium ssp canariensis).
Además, el islote alberga, bien de forma permanente como estacional,
una interesante avifauna, con destacadas especies como la gaviota
argéntea (Larus argentatus) , el águila pescadora (Pandion
haliaetus), la hubara o avutarda (Chlamydotis undulata)
-en determinadas épocas del año- y la pardela cenicienta
(Calonectris diomedea).
Como
valores de carácter ambiental cabe citar los mencionados saladares,
las comunidades dunares, los tabaibales del malpaís y la vegetación
halófila en sus costas y hoyas salitrosas.
También
son destacables algunos de sus valores etnográficos, que más
adelante serán descritos, como salinas, aljibes, hornos de cal o el
Faro de Martiño); así como destacados yacimientos paleontológicos
cuaternarios adscritos a los periodos Jandiense y Erbanense.
Laguna salada que da lugar a un singular hábitat vegetal |
Uvilla de mar (Zygophillum fontanesii), mato (Salsola vermiculata) y balancón (Traganum moquinii) |
Un asentamiento romano
Los
romanos llegaron a establecer un asentamiento en la isla, al menos
estacional, relacionado con la obtención del preciado tinte púrpura,
a partir del procesamiento de moluscos marinos de la especie
Stramonita haemastoma, para su posterior venta en el Mediterráneo.
Esta factoría debió ser funcional durante la época alto-imperial
romano (siglos I a.C. a I d.C.).
Limonium ovalifolium ssp canariensis |
Vista de las excavaciones arqueológicas que ha puesto en relieve algunas estructuras del yacimiento |
Seculares aprovechamientos y el patrimonio asociado
Aunque
la islote conserva, a grandes rasgos, buena parte de su fisonomía
volcánica general y las formas litorales derivadas de la dinámica
natural del viento y oleaje, en él se pueden apreciar la huella de
aprovechamientos humanos que se han llevado a cabo él. Actividades
como la pesca, la obtención de cal, explotación de la sal, pequeños
sectores cultivados o la propia presencia del faro.
Las Salinas del Marrajo
Tajos y canalizaciones de Las Salinas del Marrajo |
Una
amplia superficie de cocederos y tajos, en damero, conforman un
paisaje cultural muy destacado, digno de protección. Todo este
espacio ha sido intervenido y restaurado, con mucho acierto, de modo
que la superficie que ocupan las salinas rehabilitadas hoy alcanzan
los 5.800 m², de los que 1.900 m² corresponden a los tajos y 3.900
a los cocederos. Una serie de pasarelas permiten al visitante
contemplar y desplazarse a través del recurso. El cocedero es el
“contenedor” utilizado para calentar el agua que posteriormente
es conducida a los tajos o pocetas para su cristalización
Aeromotor Chicago y pozo de alimentación de las salinas |
Como
elemento destacado en en estas salinas es el aeromotor o molino de
Chicago, que cuenta con un pozo asociado. Este ingenio se utiliza
para bombear el agua salada que surten las salinas, dado que éstas
se encuentran situadas por encima del nivel del mar, de modo que,
para para alimentar los cocederos, es necesario un sistema que
permita bombear el agua salada, en este caso utilizando un recurso
renovable como la energía eólica. El pozo se encuentra excavado en
las cercanías de la costa, por debajo del nivel de la marea, lo que
permite la filtración del agua desde el mar para, con posterioridad,
ser bombeada por el molino de viento y ser conducida hasta los
cocederos.
Las huellas de la industria de la cal
Las
necesidades de cal fueron cubiertas, in situ, por la construcción de
algunas caleras y hornos de cal en diversos puntos del islote.
Así
se constatan hasta tres: Las caleras de Las Lagunitas y La Galera,
que funcionaban a leña o bien matorral de aulaga, y el horno de la
Atalaya Grande, que es un horno de cal industrial de funcionamiento a
carbón.
La
cal fue una materia prima de primera necesidad, utilizada tanto en la
impermeabilización de aljibes y alcogidas, como en la construcción
de viviendas y edificaciones, utilizándose tanto como mortero,
mezclado con arena, o para enfoscar y enjalbegar las paredes.
Sistemas de captación de agua potable. Los aljibes.
En
el islote se constatan hasta varios aljibes, pequeños sistemas de
captación y almacenamiento de aguas pluviales. En tal perspectiva
cabe citar los aljibes de Las Lagunitas, la Hoya del Cagadero, Aljibe
del faro, Aljibe de Los Librantes y Aljibe del Marrajo.
Por
aljibe entendemos aquel depósito subterráneo de forma cúbica y de
paredes y fondo de mampostería, cerrados por una cubierta
horizontal, puede ser tablas anchas u hormigón dependiendo de la
antigüedad de la construcción. Las paredes se elevan un poco sobre
el nivel de la cubierta, actuando ésta a modo de alcogida, y al
centro se levanta el brocal, por donde se extrae el agua. La función
del aljibe es el almacenamiento de agua procedente de alcogidas,
cubiertas y patios, para lo cual disponen de orificios de llenado y,
en algunos casos ,canalizaciones que llevan el agua hasta él.
Gracias a la construcción de aljibes se cubrieron las necesidades
básicas de agua para la unidad familiar, acabando con la penosa
tarea de tener que desplazarse diariamente a buscar el agua hasta la
fuente más próxima.
El Faro de Martiño
La
isla de Lobos, en su extremo norte, cuenta con el Faro de Martiño,
que se sitúa en lo alto de la montaña del mismo nombre. Desde 1865,
año de inauguración, su luz guía a los marineros. Este faro
alcanza una altura de 29 m sobre el nivel del mar, y tiene una torre
cilindro-cónica de 6 metros de altura. El faro que ha sido
restaurado y se encuentra en buenas condiciones, hoy en día funciona
automáticamente.
Durante
su construcción, que tardó cinco años, se tuvieron que sortear
varias dificultades, como son el traslado de materiales de
construcción o el abastecimiento de víveres y agua. Por lo que
hubieron de construirse los caminos hacia el pequeño muelle o
embarcadero y varios aljibes subterráneos, además de lavaderos y
corrales. En su construcción se emplearon piedras de basalto y cal
que llegaron desde Fuerteventura, Lanzarote y del propio islote. Para
los techos, puertas y ventanas, se utilizó madera de tea de los
pinos de Gran Canaria. Y la maquinaria, óptica e instrumentos para
la luminaria llegaron desde la península y Europa.
Busto homenaje a Josefina Plá |
La
historia del faro de Martiño está ligada a la vida de muchas
personas, algunas de relevante producción. Como muestra allí
nacieron la escritora, poetisa y ensayista Josefina Pla, que tiene
una estatua en la isla, próxima a la playa de las conchas o D. José
Rial, destacado periodista y cronista de viajes.
Hasta
1968 habitó allí un farero y su famila, D. Antonio Hernández Páez,
popularmente conocido como Antoñito el Farero.
Rampa de acceso y fachada principal del Faro de Martiño |
Datos curiosos
La
isla de Lobos fue adquirida en 1963 por el empresario Rudy Meyer
Asensio como propiedad privada, la isla fue vendida a los pocos años
ya que dicha isla se encuentra dentro del Parque Natural de las Dunas
del Corralejo y al encontrarse dentro de dicho Parque la edificación
estaba prohibida.
Anexo Fotográfico
El Puertito. Lugar donde se ubicó el asentamiento pesquero compuesto por una decena de edificaciones |
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Playa de La Calera |
Vegetación sobre las pequeñas dunas que circundan la bahía de Playa de La Calera |
Onírica estampa que podemos disfrutar en las tranquilas calas de la isla
VALORACIÓN
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1 | 2 | 3 | 4 | 5 | |
VALORES PATRIMONIALES | |||||
VALORES PAISAJÍSTICOS | |||||
VALORES CIENTÍFICOS | |||||
GRADO DE CONSERVACIÓN | |||||
CAPACIDAD EVOCADORA |
Fuentes consultadas:
Además de la Información descriptiva y gráfica propia. Se han consultado datos y contenidos de artículos periodísticos y algunas páginas webs que cito a continuación:
- José Barrera Artiles. "El regreso de la foca monje".
- descubrefuerteventura.com
- canariasenhora.com
- biosferafuerteventura.wordpress.com
- fuertecharter.com
- Wikipedia